¡Buenos y frioleros días!
Ya se empieza a notar la rasca y con ello toca volver a encender la calefacción para volver a entrar en calor.
Pero…¿ Es necesaria la calefacción para un momento?
Nosotros te proponemos la solución : ¡CÓMPRATE UN CALEFACTOR!
Los calefactores son la solución más sencilla para mejorar la temperatura de una estancia de pequeñas dimensiones como el baño, la cocina o un pequeño dormitorio.No necesitan instalación ni mantenimiento. Basta con enchufarlos a la red eléctrica.
Al funcionar con electricidad en lugar de con combustible no precisan ningún tipo de mantenimiento ni emanan gases que exijan salida de humos
Desde nuestro blog, te mostramos los diferentes tipos de calefactores para elegir el que más se adapte a tus necesidades
Son fáciles de instalar, cómodos y seguros. No necesitan salida de humos, mantenimiento ni acopio de combustible, no emiten gases y son fáciles de transportar. El gasto energético que conllevan, sin embargo, es su principal inconveniente ya que consumen un vatio de energía eléctrica por cada vatio de calefacción que producen.
Este tipo de aparatos irradian calor o expulsan aire caliente de forma instantánea pero muy focalizada, de ahí que estén indicados para caldear una habitación pequeña.
Calefactores industriales
Calefactores potentes indicados para espacios externos a la vivienda como talleres, garajes, sótanos o naves industriales. Suelen tener un IP-44, índice que avala su protección frente a las salpicaduras de agua.
Calefactores cerámicos
Los calefactores cerámicos son más duraderos. Incluyen una resistencia cerámica que aguanta mejor el calor y consume menos energía. Otra de sus ventajas es que reseca menos el ambiente, ya que necesitan menos oxígeno para emitir la misma cantidad de calor.
Si el diseño compacto no te gusta,también están los calefactores de pared para los espacios amplios.
¡Por un hogar cálido!